
Los que conocen la vida de Gaudí nos dicen que uno de sus libros de cabecera era el titulado El Año Litúrgico, del abad Dom Prosper Guéranger, libro que tuvo gran divulgación entre los estudiosos y los fieles a inicios del siglo XX en Cataluña.
Gaudí era un admirador de la liturgia cristiana y de su estética. Esto explica que proyectara el templo de la Sagrada Familia como una gran catequesis de la Iglesia, tal como ésta se expresa a lo largo del año litúrgico.