
Marcos 13, 33-37. Primer domingo del Tiempo de Adviento. Comienzo del Año Litúrgico: ciclo B. ¡El horizonte de la esperanza! El tiempo de Adviento que hoy nuevamente comenzamos nos devuelve el horizonte de la esperanza: una esperanza que no decepciona porque está fundada en la Palabra de Dios; una esperanza que no decepciona, sencillamente porque el Señor no decepciona jamás. ¡Él es fiel! ¡Él no decepciona! ¡Pensemos y sintamos esta belleza!
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Tengan cuidado y estén prevenidos porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: "¡Estén prevenidos!"».